S. Agustín: clamé al Señor con mi voz [46] Muchos lloran al Señor para que puedan ganar riquezas, para que puedan evitar pérdidas, sino que grito que su [Pg. 33] de la familia puede ser establecida, que piden temporal. la felicidad, de dignidades mundanas, y, por último, claman por la salud del cuerpo, que es el patrimonio de los pobres. Para estas cosas, y cosas por el estilo llorar a muchos al Señor, apenas un clamor por el Señor mismo! ¿Qué tan fácil es para un hombre al deseo toda clase de cosas del Señor y, sin embargo, no deseo que el Señor mismo! Como si el regalo podría ser más dulce que el Dador!
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